Las nuevas vacunas de Pfizer y Moderna contra la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2 estarán en el centro de la cruzada, que según el ministro de Salud François Braun abarcará inicialmente a las personas vulnerables y a los mayores de 60 años.
La Alta Autoridad de la Salud recomendó dirigir la campaña a franceses inmunodeprimidos, mujeres embarazadas, residentes en hogares de ancianos, individuos afectados por comorbilidades y profesionales del sector sanitario.
El nuevo esfuerzo frente a la Covid-19 se produce en un contexto de aumento de la circulación del patógeno, llamado ya en suelo galo la octava ola de contagios por la enfermedad.
Del martes al viernes de la semana pasada la media de casos diarios en Francia escaló a más de 56 mil, mientras la incidencia trepó a 412 contagios por cada 100 mil habitantes, una tasa que duplica la registrada al cierre de agosto.
Los hospitales también reflejan el impacto del rebrote, con 14 mil 554 personas ingresadas el viernes, de ellas, 810 en cuidados intensivos.
Alrededor del 78 por ciento de la población francesa cuenta con un esquema completo de vacunación contra la Covid-19.
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