Betsy Díaz, ministra de Comercio Interior, explicó al respecto que la distribución de productos de la canasta básica comenzó en los puntos de venta desde el 1 de octubre con el objetivo de que las familias vayan recibiendo paulatinamente los productos.
Detalló que la distribución se vio afectada porque el huracán azotó al país en los momentos de mayor actividad en la distribución de los productos normados (arroz, frijoles, azúcar, café y otros que se venden a todos los cubanos sin distinción por la cartilla de abastecimiento a precios subsidiados).
Por otro lado, “el fenómeno meteorológico provocó daños en 903 instalaciones comerciales, de las cuales 22 son almacenes mayoristas”, indicó la ministra.
Añadió que en medio de esas dificultades se hace lo posible por garantizar el abastecimiento de productos comenzando por los de mayor prioridad, como la leche para los niños y la comercialización de arroz, otros granos y el azúcar en todas las tiendas.
En declaraciones la víspera en el programa televisivo Mesa redonda, Díaz aseguró que a pesar de las limitaciones, todos los insumos de la canasta están en el país.
Además –dijo- el Consejo de Defensa Nacional evaluó entregar en las cuatro provincias afectadas por el huracán y el Municipio Especial Isla de la Juventud un suplemento alimenticio, teniendo en cuenta las afectaciones de la agricultura y el déficit de energía eléctrica.
Esto incluye tres libras de arroz adicionales a toda la población de esos territorios antes mencionados, así como carnes en conserva, medida que beneficiará a tres millones 553 mil consumidores.
Tal esfuerzo del país en momentos en que Cuba enfrenta serias dificultades económicas, buena parte de ellas a causa del bloqueo de Estados Unidos, se complementan con el aporte solidario desde otras naciones.
Así, organismos internacionales como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), entregarán en los municipios y localidades más afectados de las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque e Isla de la Juventud un módulo de alimentos por persona y a aquellos sectores más vulnerables, como niños, embarazadas y ancianos.
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