Según un comunicado de la empresa, cuyo mayor accionista es el Estado, la orden se tomó para garantizar la seguridad del suministro eléctrico en Dinamarca.
La disposición se refiere a la Unidad tres en la central eléctrica de Esbjerg y la Unidad cuatro en la central eléctrica de Studstrup, así como a la 21 en la estación de carga máxima de Kyndby, que utiliza petróleo como combustible.
El desmantelamiento de la planta de energía de Esbjerg estaba programado para el 31 de marzo de 2023, agregó la compañía, mientras que otras dos unidades de energía ya fueron desmanteladas antes.
La empresa señaló que para preparar todas las instalaciones relevantes para su operación, se requerirá su mantenimiento, así como la capacitación de trabajadores altamente especializados.
Se espera que las instalaciones operen hasta el 30 de junio de 2024.
Previamente, la compañía se fijó el objetivo de convertirse en carbono neutral para 2025.
Sin embargo, tras el agravamiento de la crisis energética en la Unión Europea (UE) a principios de julio, varias entidades del sector europeo se vieron obligadas a replantearse su política empresarial.
Posteriormente, la Comisión Europea instó a los países de la UE a prepararse de manera proactiva para el cese total del suministro de gas por parte de Rusia y poner en marcha un plan para reducir voluntariamente el consumo de combustible.
El 24 de febrero, Rusia anunció una operación militar especial en Ucrania en respuesta al pedido de ayuda de los líderes de las repúblicas de Donbass.
Varios países de Occidente y sus aliados respondieron al imponer sanciones masivas a Rusia y comenzaron a suministrar armas a Kiev.
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