Hemos oído declaraciones alarmantes en las que se descarta la cooperación con Rusia y consideramos que la participación de nuestro país en la inspección y en la investigación de los ataques a los gasoductos debería ser obligatoria», dijo el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, este miércoles ante la prensa.
El 26 de septiembre la empresa Nord Stream 2 AG, operadora del gasoducto ruso Nord Stream 2, informó de una fuga de gas en una de las dos tuberías de la infraestructura cerca de la isla danesa de Bornholm por causas desconocidas.
Más tarde se conoció que las dos líneas del gasoducto paralelo Nord Stream 1 también habían sido dañadas.
La red sismológica de Suecia comunicó que sus equipos detectaron ese día potentes explosiones submarinas, según informó el canal televisivo SVT.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia catalogó las explosiones de ataques terroristas e informó que poseía evidencias que apuntaban a la implicación de determinados países occidentales.
La Fiscalía General rusa abrió una investigación por terrorismo internacional tras los daños a los dos ductos, en una zona del mar Báltico infestada por buques de guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El ministro de Exteriores danés, Jeppe Kofod, adelantó que su Gobierno impedirá que Rusia participe en la investigación del sabotaje a los gasoductos.
Peskov remarcó que su país esperará aclaraciones por parte de las autoridades de Dinamarca y de Suecia.
Los datos del sitio web Flightradar24, que muestra información en tiempo real sobre el tráfico aéreo alrededor del mundo, revelaron que a principios de septiembre helicópteros militares estadounidenses sobrevolaron regularmente y durante horas el área donde se produjo el incidente.
El Pentágono se negó a comentar estos informes y se limitó a decir que estaban listos para apoyar los esfuerzos europeos para mitigar el impacto ambiental potencial.
El Nord Stream 1 suspendió el transporte de gas ruso a Alemania a finales de agosto último, debido a las medidas coercitivas de Occidente que impiden a la compañía Siemens reparar las turbinas de la infraestructura.
El Nord Stream 2, de reciente construcción y listo para operar desde octubre de 2021, estaba bloqueado por el canciller federal alemán, Olaf Scholz, desde febrero de este año por sus pugnas geopolíticas con Moscú.
Se oponían a la construcción del Nord Stream 2 Estados Unidos, que busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto, así como Ucrania y algunos otros países como Polonia, Letonia y Lituania.
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