Desde 1963 la Agencia Central de Inteligencia estudia cómo emplear los desastres naturales en beneficio político, acotó un artículo del historiador y periodista indio Vijay Prashad y el codirector ejecutivo del Foro de los Pueblos y co-coordinador de la Cumbre de los Pueblos por la Democracia, Manolo de los Santos.
México y Venezuela enviaron inmediatamente ayuda a Cuba y las miradas se dirigieron a Washington para ver si retiraba a la isla de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, por la cual los bancos estadounidenses y de otros países son reacios a procesar cualquier transacción financiera, incluidas las donaciones humanitarias, señaló el texto.
En lugar de levantar las sanciones aunque sea por un período limitado, la Casa Blanca se sentó a observar cómo fuerzas de Miami desataron un torrente de mensajes de Facebook y WhatsApp para sacar a los cubanos desesperados a la calle, indicó Peoples Dispatch.
Ian azotó a Cuba con vientos sostenidos de 125 millas por hora durante más de ocho horas, derribando árboles y líneas eléctricas, y causando daños nunca vistos.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) lo calificó como uno de los peores huracanes en la zona en un siglo y la ciencia muestra que los fenómenos meteorológicos extremos son más probables e intensos debido al cambio climático inducido por el hombre, dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
De acuerdo con la OMM, Cuba es uno de los «líderes mundiales en cuanto a preparación para huracanes y gestión de desastres», subrayó el texto. La isla creó el Sistema de Defensa Civil para prepararse ante fenómenos meteorológicos extremos como los huracanes y también la aparición de epidemias.
Previo al paso del huracán Ian por la región occidental 50 mil personas fueron evacuadas y se movilizaron brigadas de trabajo para reanudar el suministro eléctrico colapsado tras la tormenta.
Pese a los esfuerzos, tres personas murieron por el huracán y los daños podrían superar los mil millones de dólares, con miles de hectáreas de cultivo afectadas por las inundaciones y la industria tabacalera de Pinar del Río -que representa el 65 por ciento de la producción nacional de puros- sufrió la destrucción de cinco mil fincas.
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