La cantidad de puntos de venta de gasolina y diésel con al menos un producto en falta se sitúa en un 15 por ciento del total nacional, según el canal BFM TV, mientras la cadena Franceinfo reporta un 19 por ciento, fenómeno atribuido fundamentalmente a una huelga en refinerías y depósitos del gigante Total Energies.
De acuerdo con profesionales del sector, el regreso a la normalidad pudiera tardar una decena de días, aunque con la perspectiva de que para el fin de semana la situación sea menos tensa.
Esta desorganización logística pudiera causar problemas durante varios días, unos 10 para volver a la normalidad, dijo a BFM TV Frédéric Plan, delegado general de la Federación Francesa de Combustibles y Carburantes, una de las pocas proyecciones conocidas de momento acerca de la crisis imperante y su fin.
El malestar es amplio de muchos choferes que desde ayer no han podido adquirir gasolina o diésel en los establecimientos habituales, por lo que Macron pidió evitar el pánico y anunció la movilización del Gobierno y el avance de negociaciones salariales con los huelguistas.
Por su parte, el ministro delegado de Transporte, Clément Beaune, señaló en la cadena LCI que camiones-cisterna serán autorizados excepcionalmente a circular el domingo, y que pudieran liberarse reversas estratégicas de Francia para aliviar la crisis en las estaciones de servicio.
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