La cifra de proveedores de combustibles con problemas era a principios de la tarde ligeramente superior a la registrada la víspera, un 19 por ciento, mientras el Gobierno aseguró que la situación tiende a mejorar.
Varias huelgas de trabajadores de refinerías de las empresas Esso y Total Energies para exigir aumento salarial son señaladas como desencadenantes del desabastecimiento.
El escenario más complicado se vive en el norte francés, en particular en los departamentos de Paso de Calais y Norte, donde cuatro de cada 10 estaciones presentan falta de uno o más productos.
Autoridades de esos y otros territorios adoptaron en los últimos días y horas medidas, la penuria de gasolina y diésel comenzó a mediados de semana, acciones que incluyen la prohibición de despachar combustible en bidones o la limitación de la cantidad a suministrar según el porte de los vehículos.
El presidente Emmanuel Macron pidió la víspera evitar el pánico y anunció la movilización del Gobierno y el avance de negociaciones con los huelguistas.
Por su parte, el ministro delegado de Transporte, Clément Beaune, señaló que camiones-cisterna serán autorizados excepcionalmente a circular el domingo, y que pudieran liberarse reversas estratégicas de Francia para aliviar la crisis en las estaciones de servicio.
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