Acorde con el comunicado difundido por los firmantes de la imputación, el congresista Rubio lanza una campaña de difamación e intimidación contra Carlos Lazo, un profesor de secundaria y veterano de guerra estadounidense que reside en el estado de Washington, y contra el movimiento que lidera, Puentes de Amor.
En sus ataques, abundó, Rubio agrede además a ciudadanos estadounidenses que apoyan la iniciativa y participan en actividades mensuales organizadas para respaldar el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial que Washington mantiene contra la isla.
El 5 de agosto de 2022, ejemplificó, el senador pidió públicamente al Buró Federal de Investigaciones que investigara a Lazo, a su organización y a los pobladores de toda la nación que convoca caravanas pacíficas de automóviles para llamar la atención sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba.
Los ataques infundados del senador Rubio y los llamados a una investigación policial contra Lazo y otros que apoyan a Puentes de Amor, son en esencia una campaña de persecución para atacar a los ciudadanos por su activismo pacífico simplemente porque ellos abogan por una posición política diferente, afirmó el texto.
Los firmantes del documento apelaron entonces a la aplicación del Manual de Ética de la Cámara Alta del Congreso que condena la conducta inapropiada señalada, al tiempo que asegura cómo el proceder aludido «ha proporcionado la base para los casos disciplinarios más graves del Senado en los tiempos modernos».
Consentir que un senador de Estados Unidos use su posición para atacar y acosar a los activistas por la paz debería ser motivo de preocupación para la totalidad de este cuerpo, señaló el comunicado.
Permitir un esfuerzo renovado para revivir las prácticas de persecución largamente condenadas y rechazadas por los senadores simplemente porque los ciudadanos y los constituyentes no están de acuerdo con sus puntos de vista, representa una amenaza para las mismas instituciones y procesos de la democracia, sentenció.
La organización Puentes de Amor tiene su sede en Estados Unidos y promueve la diplomacia y las relaciones pacíficas entre ese país y Cuba.
Su líder es un ciudadano de la nación norteña que reside allí por más de 30 años, y un veterano de guerra condecorado que sirvió en el ejército de Estados Unidos durante una década.
Puentes de Amor, así como sus partidarios ahora atacados por Rubio, solicitan por medio de la realización de caravanas al presidente Joe Biden el levantamiento de las políticas punitivas que impiden a las familias cubanoamericanas enviar dinero a sus familias en la isla, y demandan a la Casa Blanca el fin de las restricciones de viaje.
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