Acompañó al Che en la misión desarrollada en el Congo y luego formó parte de su guerrilla en territorio boliviano.
En su diario, el «Guerrillero Heroico» llamó indistintamente a su compañero como Moro, Morogoro, Muganga o Médico, a quien reconoció por su ejemplar actitud y entrega a los servicios de atención hospitalaria que prestó a la tropa, junto a su condición de combatiente de primera línea.
Al evadir el cerco enemigo en la Quebrada del Yuro, el Moro, Eustaquio (Lucio Edilberto Galván), Chapaco (Jaime Arana) y Pablito (Francisco Huanca) llegaron a la confluencia de los ríos Mizque y Grande, donde se encontraban apostadas fuerzas del ejército boliviano.
Cuando los guerrilleros atacaron, los soldados abrieron fuego y se entabló el desigual combate, hasta que los cuatro cayeron acribillados a balazos un día como hoy de 1967.
Sus restos reposan en el Memorial de Ernesto Che Guevara en la ciudad de Santa Clara.
Octavio de la Concepción de la Pedraja alcanzó el grado de primer teniente del ejército cubano.
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