Esas organizaciones continuarán el proceso que las llevará a convertirse en personas jurídicas bajo la forma de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) o cooperativas no agropecuarias, explicó la funcionaria en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda
Todas las provincias cuentan con esas entidades, la mayoría en la capital del país por la infraestructura, cantidad de población, red de comercialización, importadoras y otras condiciones, seguida de Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Villa Clara, con más de 300 cada una, lo que no constituye una meta, sino que depende de las condiciones económicas y sociales de cada territorio.
Recordó que la norma jurídica para su constitución estableció que los trabajadores por cuenta propia (privados) con más de tres empleados contratados no familiares debían convertirse en persona jurídica ya fuera cooperativa no agropecuaria o mipyme, porque engrosan el tejido empresarial del país para el proceso de recuperación económica y de la producción de bienes y servicios.
En algunas provincias hay un verdadero despunte de nuevos negocios o emprendimientos que partieron de cero, lo que realmente es una inyección a la generación de empleos, pero sin dudas se trata de lograr la inserción efectiva en la economía, apuntó Odriozola.
Comentó que los sectores que más nuevos actores tienen son la construcción, con casi el 24 por ciento del total, por ser una actividad muy intensiva en mano de obra y no tanto de inversiones y financiamiento para iniciarse, además de ser muy demandada en el todo el país.
Le siguen la industria manufacturera, que incluye la producción alimentaria, diferenciada por ser muy estratégica para el país, y con un peso significativo la gastronomía y el alojamiento.
La vicetitular del MEP afirmó que del total de mipynes o cooperativas no agropecuarias 134 ya eran proyectos de desarrollo local cuando decidieron su conversión por lo que su incremento demuestra la validez de esta estrategia, a la cual se suman los proyectos de desarrollo local para conducir el funcionamiento y el aporte económico y social de estos nuevos actores.
Al valorar su impacto, precisó que lo más importante es su reconocimiento en el proceso de legalización y transformación a empresa por la bancarización de sus operaciones y legalización jurídica, además del cambio en el modo de hacer y pensar, y por el encadenamiento con el sector estatal, independientemente de los fallos o vacíos que puedan darse en su creación.
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