No se escuchará el Habemus papam (‘¡Tenemos papa!’) como la Iglesia Católica anuncia la elección de su jefe y guía espiritual, pero si se escogerá a un aspirante a investigar, de oficio o por denuncia que hubiere recibido, casos de violaciones a los Derechos Humanos en el país, un cargo complejo en el actual escenario.
El presidente de la Asamblea Legislativa (Parlamento), Ernesto Castro, convocó a sesión plenaria el viernes 14 para seleccionar entre un grupo de aspirantes al próximo procurador de derechos humanos del periodo 2022-2026.
Aunque pudiera reelegirse, el actual, Apolonio Tobar, no cuenta con el beneplácito del partido Nuevas Ideas, en el gobierno y con mayoría parlamentaria, ni de otras toldas que forman la oposición.
Eso indica, como dijo recientemente Christian Guevara, legislador jefe de la bancada mayoritaria, que “Habrá humo blanco”, en aparente comparación con la decisión favorable que sigue a la cita de los Cardenales en Roma.
“Todos, los nueve candidatos bajan al pleno, y todos los partidos políticos pueden hacer la propuesta que ellos quieran. El actual procurador no goza de la simpatía de la fracción por evidentes motivos”, apuntó.
Sin embargo, la tolda Cian, el color azul verdoso que identifica al partido del presidente Nayib Bukele, tiene los sufragios necesarios para llevar al cargo a alguien que no les cree problemas y que “no encubra nada” sobre las presuntas violaciones cometidas durante la aplicación de la lucha contra las pandillas bajo el régimen de excepción.
“Si ha habido un abuso, que también se haga justicia. Ahí niños de kínder no hay”, dijo Guevara, el jefe de la mayoría parlamentaria en relación a la elección.
Hasta hoy, en todas las elecciones, los 56 diputados de Nuevas Ideas y sus aliados siempre coinciden en el mismo nombre.
Ahora lo más probable es que pase lo mismo, más cuando esta será una elección que está cantada por una persona que no complique el escenario creado por la lucha contra las pandillas y presuntos abusos de derechos humanos.
En el mejor de los casos, opinan observadores, el nuevo Procurado de Derechos Humanos buscará el cumplimiento de las promesas gubernamentales de arreglar y actuar contra los que cometieron abusos, de los cuales, al menos en palabras, el gobierno trata de desligarse.
Este sábado 15 de octubre finaliza el periodo para el que fue electo el actual Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Apolonio Tobar, y sería la fecha límite para que los diputados de la Asamblea Legislativa elijan a la persona que ocupará el cargo en los tres años siguientes.
No se verá el humo blanco del concilio de los Cardenales en Roma pero si algunos de los nueve aspirantes a la butaca entrevistados en septiembre pasado, (Gustavo A. Rivas Reina, Carolina M. Hernández, Yanira Guatemala Martínez, Roberto Martínez Díaz, Juan J. Zaldaña Linares, David O. Escobar Menéndez y Clovis Y. Mondragón, puede salir por la puerta ancha.
De una lista, que también contempla al actual procurador Tobar y a la exprocuradora Raquel Caballero, saldrá el nuevo encargado de ejercer el Mandato Constitucional de velar por el respeto y garantía de los Derechos Humanos en El salvador.
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