El sondeo del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) para el semanario Le Journal du Dimanche reflejó además que el fenómeno del aumento de los precios representa por mucho la principal preocupación de la ciudadanía.
En ese sentido, la pesquisa mostró que siete de cada 10 entrevistados situaron a la inflación como el tema que más debería recibir la atención de parte de las autoridades, seguido por el apoyo al consumo en hogares (53 por ciento), la lucha contra el desempleo (28) y la reducción de la deuda del Estado (19).
Se trata de un problema devenido en obsesión, por su impacto en el poder adquisitivo, estimó el directivo del IFOP Frédéric Dabi.
La inflación cerró septiembre en Francia en un 5,6 por ciento de variación interanual, después de meses en torno a un seis por ciento, disparada por el aumento del costo de la energía, los alimentos, los productos manufacturados y los servicios.
En este contexto, sindicatos encabezados por la Confederación General del Trabajo (CGT) protagonizan una huelga de más de tres semanas que paraliza refinerías y causa penuria de combustibles, y llamaron a un paro interprofesional el martes, acciones en demanda de aumento salarial.
Por otra parte, se espera que miles de personas protesten hoy en esta capital contra la carestía de la vida, convocadas por el bloque de partidos de izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes).
El Gobierno afirmó que el combate a la inflación representa la prioridad en el presupuesto del Estado para 2023, con programas para atenuar el incremento del costo de la electricidad y del gas, que quedaría en un 15 por ciento, en lugar del 120 proyectado por la crisis que vive Europa.
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