Al referirse al incidente, ocurrido hace dos días, el ministro de Justicia, Bekir Bozdağ, declaró que el infausto suceso será indagado y aclarado en todos sus aspectos, con “todas las incógnitas respondidas”.
Tras señalar que las operaciones fueron suspendidas en el recinto minero hasta nuevo aviso, el titular de Energía y Recursos Naturales, Fatih Dönmez, manifestó, por su parte, que la explosión pudo ser ocasionada por la eclosión de una mezcla de gases inflamables.
Autoridades de este país europeo aseguraron anteriormente que cuando sucedió la detonación 110 mineros trabajaban en un pozo de la instalación siniestrada.
De acuerdo con el último balance realizado por el ministerio de Salud, 11 trabajadores resultaron lesionados, cinco de ellos en estado crítico, y reciben atención hospitalaria.
En 2014, otro desastre en una cavidad para la extracción de carbón, ubicada en la occidental provincia de Manisa, causó la muerte de 301 empleados, hecho que se considera una de las peores tragedias acaecidas en la historia de Türkiye.
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