El artefacto fue descubierto de manera fortuita, mientras se realizaban unas obras junto a la red ferroviaria, y según comunicó la empresa un grupo de artificieros se desplazó hasta el lugar, cerrándose al tráfico una de las vías de acceso a la estación de Saint Lazare desde el extrarradio occidental de París.
El anuncio vino a sumarse a las restricciones ya existentes en el servicio de la línea L, debido a la huelga nacional que tiene lugar durante la jornada de hoy, y que solo mantenía operativos uno de cada tres trenes.
Según los sindicatos convocantes del paro, en la SNCF “un tercio de las asambleas generales pidieron continuar (la huelga)”, mientras que el resto de trabajadores se posicionaron por convocar en fecha próxima “un nuevo día de movilización”, con el objetivo de conseguir aumentos salariales reales.
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