Al intervenir en una reunión de autoridades de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Pérez consideró fundamental el intercambio y la definición de acciones conjuntas para promover el desarrollo y el bien común.
La crisis sanitaria evidenció que el encadenamiento de la ciencia y la innovación con la producción y la economía constituye la principal brecha entre los países desarrollados y el resto de la comunidad global, la cual se ensancha cada vez más, alertó.
Por tal motivo, destacó la necesidad de incrementar los esfuerzos desde la Celac para fortalecer las capacidades locales y regionales.
Además, resaltó el papel de los investigadores y el apoyo brindado por muchos Estados a las acciones para enfrentar la pandemia.
En Cuba fuimos capaces de obtener cinco candidatos a inmunógenos, tres de ellos convertidos en vacunas. Con ellas protegimos a más del 95 por ciento de la población, incluyendo la infantil, y logramos reducir la letalidad a una tasa de 0.77, muy inferior a la del mundo (1.16), indicó.
La ministra afirmó que la ciencia fue una prioridad para la Revolución en la isla desde sus inicios y destacó la visión y las acciones del líder Fidel Castro (1926-2016) en ese sentido.
Además, aseguró que ese sector, la tecnología y la innovación continúan jerarquizándose en las políticas públicas y marcos institucionales de su país y son la base del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social y de la gestión del Gobierno encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel. Señaló que durante los últimos años se llevó a cabo una reorganización y actualización del marco jurídico, así como un mayor impulso a los parques científicos, la integración de la universidad con las empresas y el establecimiento de centros de alta tecnología, entre otras medidas.
Pérez apuntó que todo ello tiene lugar pese “a las duras condiciones generadas por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos”.
La administración norteamericana actual no realizó modificaciones sustantivas para reducir su impacto sobre nuestro pueblo. Ese cerco nos impide acceder al financiamiento y los bienes necesarios para cualquier propósito, incluyendo el desarrollo de la ciencia, denunció.
Por otra parte, recordó que Cuba presentó en la ceremonia de inauguración del Año Internacional de las Ciencias Básicas dos iniciativas para rescatar el papel de la solidaridad en el sector.
Una de ellas es la creación de fondos regionales libres, sin restricciones políticas, para la financiación de proyectos y la formación doctoral.
La otra es la construcción un centro internacional de investigaciones que permita la preparación de jóvenes procedentes de países en desarrollo, en especial de pequeños Estados insulares, explicó.
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