Esta ciudad, declarada creativa en la música por la Unesco, atesora el legado de intérpretes, compositores e instrumentistas de talla mundial y es reconocida por sus aportes primigenios en la trova, el son, el bolero, el canto coral y la guaracha, con exponentes como Eliades Ochoa, Premio Nacional de Música.
Por esas razones, el Museo de la Música Pablo Hernández Balaguer acogió el encuentro que evocó a personalidades del pentagrama cubano, cuya impronta está presente en esa institución, inaugurada hace siete años en ocasión de los 500 años de la villa.
La poesía, las artes plásticas, el teatro, la artesanía y otras manifestaciones artísticas matizan estas jornadas, iniciadas justamente el pasado día 10 en el céntrico Parque Carlos Manuel de Céspedes, con lo cual se patentizó el tributo al inicio de las gestas independentistas y a su paradigma.
Particular relieve tiene en la celebración el recuerdo de los 50 años del Movimiento de la Nueva Trova, para el cual la Oficina del Conservador de la Ciudad organizó diversas actividades con exposiciones de los añejos discos de vinilo y otras alegorías.
Las Casas de la Cultura en los municipios, los museos, las plazas y las salas teatrales son los ámbitos principales de estas propuestas, en las que se incluye la más antigua Casa de la Trova en el país, con su privilegiada ubicación en la calle Heredia, la arteria cultural por excelencia de la urbe.
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