Acorde con la Oficina de Seguros de Canadá (IBC por sus siglas en inglés), muchos de los afectados por la tormenta estaban ubicados en áreas de alto riesgo de inundación y llanuras aluviales donde la cobertura de pólizas contra inundaciones no está disponible.
Como resultado, informó que la gran mayoría de los costos del desastre correrán a cargo del gobierno.
El organismo resultó además el décimo desastre natural más oneroso para Canadá según lo medido por los pagos de seguros, añadió el reporte de IBC citado por la cadena de noticias CTV News.
Fiona, que tocó tierra en Nueva Escocia el pasado 24 de septiembre, arrasó la región, dejó sin electricidad a al menos 500 mil clientes, provocó vientos de más de 100 kilómetros por hora, lluvias torrenciales, inundaciones y arrastró al océano a veintena de casas, principalmente en Port aux Basques, ahondó el reporte.
La vicepresidenta de IBC, Amanda Dean, dijo que es preciso mejorar la resiliencia ante los fenómenos meteorológicos extremos a medida que empeoran los efectos del calentamiento global para Canadá, donde las reclamaciones de seguros por eventos climáticos severos se han más que cuadruplicado desde 2008.
«El cambio climático es real, y las muertes, la agitación emocional y las consecuencias financieras que hemos presenciado deben ser un llamado a la acción: debemos priorizar la protección de todos los ciudadanos contra los impactos del cambio climático», refirió la funcionaria.
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