La IV Convención Internacional de Salud que concluye hoy en el Palacio de Convenciones tiene mucha conexión con el pensamiento del líder de la Revolución cubana, y prueba de ello es la Escuela Latinoamericana de Medicina creada hace 22 años expresó Estruch a Prensa Latina.
Fidel tenía como concepto que sin formación de recursos humanos es imposible garantizar servicios sanitarios, para eso se necesita contar con médicos, enfermeras y personal paramédico, y eso es un problema a resolver en las naciones pobres y muchas con notable desarrollo, explicó Estruch.
Lo que la Escuela Latinoamericana de Medicina modestamente hace es instruir a jóvenes, y ya acumula 30 mil 620 de médicos graduados de 119 países en 22 años, y esto quiere decir, que ellos regresan a su tierra natal con una formación universitaria.
Ellos -añadió- pueden trabajar en comunidades en la atención primaria y ayudar mucho sus pueblos, dijo el especialista con 52 años experiencia en el sector.
Recordó la presencia de Fidel Castro en el 2000 en la ciudad estadounidense de Nueva York, cuando asistió a una sesión Asamblea General de Naciones Unidas.
Allí lo invitaron, la comunidad negra y religiosa, a un encuentro en la Iglesia Riverside donde había más de cinco mil participantes, y ofreció 500 becas para que jóvenes del lugar vinieran a estudiar a la Escuela Latinoamericana de Medicina.
Esa tarea me la dio a mí el Comandante en Jefe, y nadie quería creer eso, que muchachos de la primera potencia económica viajaran a Cuba a formarse como médico, eso fue una larga batalla política e ideológica, puntualizó.
Más de 500 jóvenes de Estados Unidos llegaron hasta Cuba, y más de 250 optaron por la especialidad de Medicina y se graduaron, y gran parte de ellos ya pasaron trámites académicos muy rigurosos para recibir la validación y ejercer en Estados Unidos, destacó el doctor.
Esta batalla tuvo como protagonistas a Fidel Castro y al reverendo Lucius Walker (1930-2010), y creo que no logramos una masividad como lo quería el “Comandante”, pero muchos de ellos –y he tenido la oportunidad de verlos en Harlen y el Bronx- ya laboran en hospitales y comunidades.
Esa fue la idea de Fidel, y no es que nosotros vayamos resolver el problema de esa nación, pero fue una pequeña cuota de esperanza para los pobres que en sus comunidades podrán ser atendidos por jóvenes graduados en Cuba.
oda/joe