En la sala Avellaneda de esa institución fue ovacionado el tributo fílmico a los fundadores, profesores y bailarines extranjeros, quienes iluminaron la escena, a lo largo de varias ediciones del evento y mantuvieron viva su esencia durante casi tres décadas.
Interpretada por Gabriella Caraballo, Víctor Varela, y Darío Ortega, Edén-6 formó parte de un programa concierto que incluyó las presentaciones de Tríptico y la Séptima Sinfonía de Beethoven interpretadas por el Ballet Nacional de Cuba (BNC).
La segunda pieza, protagonista del primer fin de semana e inspirada en la partitura del músico aleman, fue creada en 1991 por el fallecido coreógrafo de ese país Uwe Scholz.
El elenco dejó constancia de la virtud artística y prestigio que distingue a este Festival, nombrado en honor a la prima ballerina assoluta de Cuba, Alicia Alonso, que por primera vez se realiza sin su presencia física.
El mayor evento del arte danzario en la isla se extenderá hasta el 13 de noviembre con el propósito de convertir a la urbe en la sede de uno de los acontecimiento más esperado del panorama cultural cubano.
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