De acuerdo con los funcionarios supervisores de estos procesos cientos de militares fugitivos o desertores se entregaron en los centros creados para tal fin, donde fueron indultados y se le dio un plazo de seis mes para que vuelvan a incorporarse a las filas del ejército.
Asimismo, al menos 750 personas se beneficiaron de este proceso en la provincia de Hama en el centro del país, mientras en la región de Ghouta Oriental al este de Damasco, cientos de jóvenes acudieron al centro establecido para este fin con el fin de normalizar su estatus jurídico.
Según recientes cifras anunciadas por Damasco, alrededor de 50 mil hombres armados y desertores fueron indultados tras unirse al proceso reconciliador en las provincias de Deir Ezzor, Raqa, Alepo y Deraa.
El Ejército sirio amplió sus políticas basadas en la reconciliación para recuperar la normalidad en determinadas provincias y regiones sin recurrir a operaciones militares, que podrían provocar pérdidas materiales y de vidas humanas.
La iniciativa propuesta por el Gobierno incluye la concesión de amnistía a los armados que deponen sus armas y los desertores que se entreguen a las autoridades judiciales y militares para luego reintegrarse a las filas del ejército.
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