Al participar en el XXIII encuentro de Ministros de Relaciones Exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrado en la capital argentina, Rodríguez señaló que dicha organización acordó una posición contraria a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que violan el Derecho Internacional.
No existe justificación que sustente la infamia de la inclusión de Cuba en esa lista arbitraria del Departamento norteamericano de Estado. Esas ilegítimas calificaciones erosionan los esfuerzos para prevenir y enfrentar el terrorismo, flagelo firmemente rechazado por la Celac, aseveró.
Asimismo, manifestó que su nación “aprecia los pronunciamientos de numerosos jefes de Estado y de Gobierno y de delegaciones que, al intervenir en el debate general de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), demandaron el levantamiento del ilegal y criminal bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba”.
Confiamos en el firme respaldo de los miembros de la Celac cuando el 2 y 3 de noviembre ese tema sea considerado nuevamente por la AGNU, afirmó.
Por otra parte, rechazó otras agresiones de Washington contra países del área como el régimen punitivo al que está sometida Venezuela, las sanciones contra Nicaragua y la injerencia en sus asuntos internos.
Ratificamos el derecho de los Estados del Caribe a recibir un trato justo, especial y diferenciado, y acompañamos sus reclamos de reparación por los daños del colonialismo y la esclavitud, indicó.
Además, abogó por la cooperación para contribuir a la estabilidad y desarrollo de Haití, respetando su soberanía, y reiteró el apoyo irrestricto a Argentina en su demanda de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Reafirmamos el respaldo a la libre determinación y la independencia de Puerto Rico y mantenemos el compromiso con la búsqueda de la paz en Colombia, con la profunda convicción de que su pueblo la merece y encontrará los caminos para alcanzarla, añadió.
Rodríguez advirtió que esta región, “la más desigual del planeta, emergió más vulnerable de la pandemia de la Covid-19, con niveles alarmantes y crecientes de pobreza e inseguridad alimentaria, desaceleración de las economías, aumento del endeudamiento y la informalidad laboral, entre otros acuciantes problemas”.
No tenemos otra alternativa que hacer frente a esos desafíos de manera cohesionada, profundizando nuestra integración y solidaridad, en observancia de la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, aseveró.
En ese sentido, indicó que La Habana será sede el mes próximo de la VI Conferencia Internacional de Cooperación de la Asociación de Estados del Caribe.
Debemos garantizar que nuestras posiciones sean reconocidas y nuestros intereses legítimos, respetados. Nos satisface que la Celac retomara los pronunciamientos conjuntos en diversos foros multilaterales, apuntó.
El ministro abogó por establecer un mecanismo de rotación geográfica ordenada de la Presidencia Pro Tempore de ese mecanismo y dar más visibilidad a las labores de la Comunidad y a su consolidación como interlocutora regional.
Continuaremos luchando sin descanso por la genuina integración, por Nuestra América unida en su diversidad, concluyó.
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