En tres etapas, iniciadas el 20 último, los santiagueros imprimirán esfuerzos a la recuperación del sistema eléctrico, con la termoeléctrica Antonio Maceo (Renté) como punto focal; a la producción de alimentos y al fomento particular de la agricultura urbana, una variante de probada eficacia en la comunidad.
Uno de los propósitos principales se relaciona con la construcción de viviendas, una sostenida e insatisfecha necesidad a pesar de la edificación de miles de casas en los nueve municipios y en particular en la ciudad cabecera, devastada hace 10 años por el huracán Sandy.
Igualmente se atienden la transformación de los barrios precarios y las alternativas para solucionar problemas de la cotidianidad, en medio de severas carencias derivadas de la crisis económica y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos que se agudizaron en dos años de pandemia de Covid-19.
El conjunto de acciones aprobado por las autoridades políticas y gubernamentales prioriza el funcionamiento de instituciones educativas, culturales y deportivas, con énfasis también en el sistema sanitario de la provincia y su situación higiénico-epidemiológica.
Considerado una de las fechas cumbres de la historia cubana, el 26 de julio devino Día de la Rebeldía Nacional, en conmemoración de ese domingo en que Fidel Castro y jóvenes revolucionarios intentaron, al decir de uno de ellos, tomar el cielo por asalto con el ataque a la imponente fortaleza militar.
Aunque la audaz acción armada no triunfó momentáneamente, sí marcó el comienzo de la última y definitiva etapa de las luchas insurreccionales por la independencia en Cuba, que tuvo colofón victorioso cinco años, cinco meses y cinco días después, el Primero de Enero de 1959.
Un hito resultó la recordación de los 60 años del acontecimiento, en julio del 2013 en el polígono del antiguo Cuartel, con los presidentes Nicolás Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega y José Mujica, junto a primeros ministros caribeños.
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