Durante la III Cumbre de cancilleres de ambos bloques, celebrada en Argentina, Rodríguez manifestó la aspiración de avanzar en una relación birregional fundada en el estricto cumplimiento de la Carta de las Naciones Unidas y los postulados de la Proclama de Latinoamérica como Zona de Paz.
Asimismo, consideró que la próxima reunión entre representantes de los dos mecanismos “será una magnífica oportunidad para reactivar el diálogo político de alto nivel en un formato inclusivo”.
Habrá que traducir en acciones y objetivos concretos la hoja de ruta propuesta para el futuro de nuestra relación, aseveró.
Está en nuestras manos diversificar los proyectos conjuntos en áreas de altísima prioridad como el enfrentamiento al cambio climático, la seguridad alimentaria, el financiamiento al desarrollo, la trasferencia de tecnologías y las energías renovables, indicó.
Además, instó a incrementar las acciones conjuntas para la transformación digital, la investigación científica, la reforma profunda de las instituciones financieras internacionales y la condonación de la deuda externa, pagada ya varias veces.
El ministro apuntó que la pandemia de la Covid-19 agravó las asimetrías globales, incluyendo las que separan a las dos regiones.
La realidad es que no fueron muchas las naciones ricas de otras partes del mundo que, en medio de la feroz competencia por acaparar vacunas, mostraron una actitud solidaria con nuestros países, dijo.
Por otra parte, señaló que los actuales patrones de producción y consumo son irracionales e insostenibles, e instó a cambiar el orden internacional vigente.
No puede avanzarse en la paz alimentando la guerra, afirmó.
También manifestó que preocupa la proliferación de discursos de odio, la intolerancia, las políticas excluyentes y xenófobas para enfrentar el creciente flujo de migrantes de naciones del Sur.
Además, consideró que hasta el momento no se logró el impacto deseado de los vínculos birregionales en las relaciones económicas, comerciales y de cooperación.
Rodríguez reiteró la necesidad de un trato justo, especial y diferenciado a los Estados caribeños.
Acompañamos sus reclamos de reparación por los daños del colonialismo y la esclavitud, aseguró.
Urge la cooperación con Haití y brindarle mayor asistencia, a fin de contribuir a su estabilidad y desarrollo, con respeto a su soberanía, añadió.
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