A intervenir en una reunión del Consejo de Ministros donde se aprobaron medidas contra esas desviaciones, el mandatario cubano enfatizó la necesidad de combatir la conducta de “ilegales, pillos, lumpen, vagos y corruptos”
Ni el Partido Comunista ni el Gobierno pueden estar al margen de las problemáticas que están sucediendo en la sociedad, por lo tanto, no podemos ser contemplativos y no podemos tener inmovilidad en la actuación ante escenarios sumamente complejos, señaló.
En ese sentido, llamó a darle un vuelco a la situación, con la participación también de las entidades administrativas, de las organizaciones de masas y de los órganos del Poder Popular.
Al referirse a la atención a las personas en situación de vulnerabilidad, orientó definir bien quiénes están en esa condición. Una persona que pueda trabajar y no lo está haciendo, no es vulnerable, apuntó.
La primera ayuda no puede ser asistencialista, hay que proporcionarle un empleo para que mejore sus condiciones de vida. Esas cosas las tenemos que cambiar ya, afirmó.
En el encuentro, el primer ministro Manuel Marrero presentó un plan integral que contiene más de 40 directivas generales encaminadas a un mayor enfrentamiento al delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales.
Tales disposiciones, aprobadas por el Consejo de Ministros, abarcan, entre otros aspectos, un sistema de control para los nuevos actores económicos; el diseño del estudio de las personas con conductas o comportamientos marginales, y la caracterización de la población apta que se encuentre desvinculada del estudio y el trabajo.
También incluyen la implementación, a partir del próximo curso escolar, de las opciones para la inserción diferenciada en los niveles de enseñanza de adolescentes y jóvenes en condiciones de mayor vulnerabilidad económica y social.
Este Plan prevé temas fundamentales como la atención a quejas, solicitudes y planteamientos de la población; el fortalecimiento de los cuerpos de inspectores; el incremento de la efectividad en la imposición de multas y también en la gestión de cobro.
Asimismo, el enfrentamiento a las ilegalidades en la contratación de la fuerza de trabajo y la licitud de los productos puestos a la venta; así como el control con más rigor del funcionamiento de zonas, áreas o espacios públicos de comercialización.
El Primer Ministro precisó que las medidas tendrán un sistema de control permanente, se verificarán en las visitas gubernamentales a las provincias, y se rendirá cuenta a todos los niveles sobre su cumplimiento.
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