Condenamos los ataques llevados a cabo por los grupos separatistas contra las oficinas del Alto Comisionado para los Refugiados y de la Organización Mundial de la Salud, en la ciudad de Qamishli y otras localidades de la provincia de Hasakeh, afirmó la cancillería en una declaración.
La nota llamó a los países que patrocinan las FDS, especialmente Estados Unidos y sus aliados occidentales, a ejercer presiones sobre estas milicias para que detengan tales actos.
Es necesario que la Organización de Naciones Unidas y sus organismos traten de manera apropiada tales comportamientos que obstaculizan su trabajo humanitario en Siria, concluyó la nota.
La agencia oficial SANA reportó que un grupo armado de FDS asaltó la oficina de la OMS en la ciudad de Qamishli y destruyeron lo que tenía adentro.
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