En diálogo con Prensa Latina, Rodríguez calificó de productiva la XXIII Reunión de cancilleres de ese organismo, celebrada el miércoles en esta capital.
La cita se desarrolló en un ambiente de superación de diferencias que afectaron la vida de la Celac en los últimos años y estuvo centrada en los temas fundamentales que tienen que ver con Latinoamérica, sin intentos de politización, señaló.
Asimismo, resaltó la aprobación de una declaración conjunta, en la que los países miembros rechazaron el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba y exigieron la exclusión de la isla de una lista de supuestos patrocinadores del terrorismo.
El ministro calificó de espurio y arbitrario ese listado y destacó la importancia de que la Celac retome la denuncia de agresiones de ese tipo.
Por otra parte, indicó que en enero próximo tendrá lugar la VII Cumbre de ese bloque, la cual se espera sea un momento de encuentro.
La Celac tiene la necesidad de superar un período en el que prevalecieron intentos de manipulación política contra algunas naciones. El evento anterior de jefes de Estado, celebrado en México, fue muy positivo, al igual que la presidencia pro tempore de ese país. El liderazgo argentino también cosechó frutos, afirmó.
Estoy convencido de que la cumbre marcará una etapa favorable y establecerá una hoja de ruta para los próximos años como parte del proyecto de integración y de unidad en la diversidad que es tan importante para Cuba y Nuestra América, añadió.
La víspera, el canciller participó en un encuentro con cubanos residentes, integrantes del Movimiento Argentino de Solidaridad, graduados en la isla e integrantes de organizaciones políticas, sociales y sindicales de este país sudamericano.
Durante el intercambio, indicó que la Celac atraviesa un momento de renovación tras una etapa turbulenta, en la que gobiernos de derecha, al servicio de Estados Unidos, trataron de dividirla, fueron cómplices del golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia, intentaron aislar a Venezuela y Nicaragua, e impidieron la celebración de reuniones.
Sin embargo, aseguró que hoy se respira un ambiente nuevo, optimista y de cooperación.
Durante la reciente reunión de cancilleres se mencionó mucho la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, un verdadero manifiesto político y uno de los documentos más avanzados de la historia regional, apuntó.
También expresó la aspiración de que la cita de enero sea un evento progresista, donde se defiendan los verdaderos intereses de los pueblos y que tribute al objetivo de construir una Patria Grande, independiente, fraterna, integrada, que ejerza la soberanía, alce su voz en los foros internacionales para decir la verdad y reclame su lugar en el mundo.
Esperamos que sea muy diferente a la fallida Cumbre de Las Américas, realizada este año en Los Ángeles, Estados Unidos, donde hubo una ausencia estremecedora de líderes de la región en protesta por las exclusiones y manipulación del evento, afirmó.
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