Durante la clausura del XXII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros, el también presidente de la República convocó a la concertación de esfuerzos a las más de 140 delegaciones de 77 partidos y 60 países.
Manifestó que la crisis del capitalismo, agudizada por la pandemia de la Covid-19, profundizó la exclusión, las desigualdades sociales y favoreció el surgimiento de ideas extremistas y fascistas.
Destacó Díaz-Canel que la batalla por la justicia social y el socialismo requieren de la unidad del movimiento comunista y obrero y de alianzas de quienes se oponen a la dominación imperialista.
Advirtió que en medio de la compleja situación internacional, Cuba prioriza la batalla económica, la lucha por la paz y la firmeza ideológica.
Asimismo, acotó que el PCC concede vital importancia al vínculo permanente con las personas y la relación directa con los problemas y aspiraciones del pueblo, basada en las enseñanzas de los líderes Fidel Castro y Raúl Castro.
En su intervención, el mandatario llamó a priorizar las ideas que comparten las delegaciones presentes en la capital cubana, a potenciar los elementos que unen y a respetar las formas de organización para la lucha que cada país asume.
En nombre de Cuba, reiteró el dirigente partidista la solidaridad internacionalista, el apoyo a Venezuela, a la Revolución sandinista, así como a las causas que defiende el pueblo saharaui, Puerto Rico y Palestina.
Agradeció las múltiples muestras de solidaridad de los delegados hacia la isla caribeña y contra el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, por más de 60 años.
Sentenció que ningún obstáculo será suficiente para resistir, luchar y vencer.
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