Según conoció Prensa Latina durante un recorrido por sus áreas la estrategia principal de los especialistas está dirigida a la reproducción de plantas ex situ, reproducirlas fuera de su hábitat original para luego regresarlas a los lugares de origen.
Es una institución educativa, científica y recreativa que funciona como un centro de exposición de la naturaleza vegetal cubana, en especial del territorio espirituano que conserva uno de los derroteros de palmeras mayores del país.
Muestra diversas áreas de pequeños bosques donde exhiben frutales, plantas ornamentales, árboles maderables y palmetum -especializado en la familia de las palmeras-, mientras se trabaja en su ampliación.
El jardín, inaugurado el 22 de diciembre de 1982, ocupa unas 65 hectáreas, al oeste de la cuarta villa patrimonial, considerado como un paraíso a las puertas de la ciudad Monumento Nacional.
Entre los últimos aportes de investigadores de la Sociedad Cubana de Botánica, está la validación de la denominada palma azul, descubierta en 1995 por especialistas del Jardín Botánico espirituano.
Fue localizada cerca de San Felipe, en una zona limítrofe entre el municipio espirituano de Jatibonico y Florencia, en la vecina provincia de Ciego de Ávila.
La planta crece silvestre en ambas localidades cubanas y su nombre científico es Coccothrinax spirituana, en alusión a la provincia de Sancti Spíritus.
Es una palma pequeña de tres a cinco metros, inerme, solitaria, de tallo erecto de 12 a 15 centímetros de diámetro, normalmente cubierto con una red fibrosa de las vainas de las hojas.
Está considerada en amenaza de extinción y pese a que su población es numerosa, su área de ocupación es muy pequeña, de unos 25 kilómetros cuadrados.
El estudio fue publicado por Palms, revista científica de la International Palm Society de Estados Unidos, la cual da a conocer resultados relevantes mundiales referidos específicamente a la familia botánica de las palmas.
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