Según la página web de la leyenda estadounidense de la canción, la selección de 24 canciones se grabó durante tres noches (1962) tras la firma de su contrato con la disquera Columbia Records, pero se descartó a favor del disco de estudio The Barbra Streisand album (1963).
Grabado cuando la artista tenía 20 años, Live at the Bon Soir emerge en la escena sonora contemporánea con las mezclas de las cintas maestras originales, resguardadas en la bóveda de música personal de Streisand.
Fue una casualidad ya que no tenía intención de ser cantante, me contrataran en un club nocturno más sofisticado a la vuelta de la esquina llamado Bon Soir, con un escenario real… y un foco, era 1960, tenía 18 años, y esta fue la primera vez que sentí el calor de esa luz, recordó la intérprete.
Asimismo, destacó el impacto de verse en titulares de los periódicos, la llegada del contrato con la disquera, asociación que continúa hasta el presente, y la grabación de esta placa que terminó “durmiendo en mi bóveda durante seis décadas”.
“Estoy encantada de finalmente sacar a la luz y compartir lo que podría haber sido mi álbum debut, Live At The Bon Soir”, señaló la artista, considerada un ícono de la cultura estadounidense con lauros en la música, el cine y el teatro como dos Oscar, nueve Globos de Oro, cinco Emmy, un Tony honorífico, y el American Film Institute a toda una carrera.
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