La cita reservó por segunda noche consecutiva la pieza Eterno (Fandango) por parte del bailarín y director de la Compañía Nacional de Danza de España, Joaquín de Luz, y la bailaora y Sara Calero, uno de los principales referentes de la danza española y el flamenco.
En la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba el escenario se volvió una constelación de experimentadas y jóvenes estrellas, todos dueños de una técnica y estilo particular que demostró esa dosis perfecta de virtuosismo y preparación académica en sus respectivos repertorios ejecutados.
El espectáculo incluyó Tres Preludios, del afamado coreógrafo británico Ben Stevenson, quien estuvo en la capital cubana durante en junio y mostró en el mismo centro cultural esta y otras de sus creaciones en ocasión del Jubileo de Platino por el aniversario 70 de la fallecida monarca Isabel II.
Aguas primaverales con el sello de Anette Delgado y Dani Hernández, Fanfarria para el hombre común en la piel de Gian Carlo Pérez y Solo por Astor. Tercer dúo de Tangos a cargo de Sofia Menteguiaga y Federico Fernández fueron también parte de la décimo octava jornada del magno certamen del Ballet en Cuba.
Completaron la agenda El corsario en la piel de María Luisa Márquez y Ciro Tamayo, Obertura por Sergio Bernal y los pas de deux La bella durmiente de Sadaise Arencibia y Ricardo Castellanos, Romeo y Julieta de Grettel Morejón y Narciso Medina y Don Quijote de Anette Delgado y Michal Krčmář.
Para finalizar llegó La muerte del cisne con la maestría de las puntas de la cubana y primera bailarina de Staatsballett-Berlín, Yolanda Correa y El cisne negro ejecutado por la directora del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés y el primer bailarín Dani Hernández.
A partir del 10 de noviembre el Festival de Ballet tiene un programa de presentaciones en el Teatro Sauto, de la ciudad de Matanzas, y después del 11 y hasta el día 13 desplegará una serie de presentaciones de la obra Carmen que será estreno en Cuba de la Compañía Nacional de Danza de España.
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