De acuerdo a las conclusiones presentadas, existe un “deplorable acceso geográfico y económico a la asistencia sanitaria en Francia”, lo que los responsables del estudio calificaron como “desiertos médicos”, zonas donde el número de doctores es “al menos un 60 por ciento inferior a la media nacional”, lo cual afecta al 19 por ciento de los franceses (12,3 millones de personas).
En concreto el acceso a un médico de cabecera, “piedra angular del sistema sanitario francés, es especialmente difícil para nada menos que 15,3 millones de personas en nuestro país”, señaló el documento, una cifra notablemente superior a la considerada por el Ministerio de Sanidad, que en 2018 estimó entre 3,7 y 7,4 millones de ciudadanos en esta situación.
Al mismo tiempo, “una cuarta parte de las mujeres (23,6 por ciento) y una cuarta parte de los niños (27,5 por ciento) viven en un desierto médico ginecológico y pediátrico, respectivamente”, lo que supone desplazamientos en coche superiores a 45 minutos para visitar a un especialista.
La investigación realizada tuvo en cuenta la distancia geográfica a la hora de acceder a un médico (hasta 45 minutos en coche) y los honorarios cobrados (si superan o no las tarifas que cubre la Seguridad Social), en este último caso “si sólo se tienen en cuenta los médicos que no cobran honorarios adicionales, la escasez de médicos aumenta de forma espectacular”, señaló el texto.
La asociación cuestionó las medidas adoptadas por los poderes públicos en los últimos 15 años, a la hora de favorecer la instalación de los médicos en zonas menos pobladas, y pidió al gobierno una política que incentive estas ubicaciones y las tarifas contempladas por la Seguridad Social.
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