Golpear a los terroristas afiliados a al-Qaeda, el Daesh y otras organizaciones radicales en el noroeste y sur del país es un derecho y un deber del Gobierno para proteger a sus ciudadanos y garantizar la seguridad e integridad territorial, afirmó Cancillería por medio de una declaración.
El texto agregó que esta batalla continuará hasta liberar todo el territorio nacional de este flagelo y consolidar la seguridad.
Denunció las campañas mediáticas tergiversadoras lanzadas por los países patrocinadores del terrorismo y que coinciden con cada operativo antiterrorista.
Nuestra lucha no será disuadida por las mentiras difundidas por los defensores del terrorismo, en particular Estados Unidos y sus aliados occidentales; o por sus lacayos, quienes operan al amparo de algunas organizaciones internacionales, aseveró la declaración.
Las Fuerzas Armadas sirias, con el apoyo aéreo de las fuerzas rusas que operan a solicitud del Ejecutivo sirio, intensificaron durante el último mes sus ataques contra blancos terroristas en la provincia sepetentrional de Idlib y la sureña de Deraa.
En esos operativos fueron destruidos campamentos de radicales y talleres para fabricación de drones destinados a lanzar ataques contra los uniformados rusos y sirios, además de la eliminación de cabecillas del Daesh y el Frente Al-Nousra, ambas inscritas en la lista del terrorismo internacional, añadió el texto.
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