Eso siempre es una buena base para comenzar las negociaciones, afirmó Martin en rueda de prensa en el balneario inglés de Blackpool, donde este viernes concluyó la cumbre del Consejo Británico-Irlandés. El gobernante irlandés dijo que anoche se reunió en privado con Sunak, y quedó impresionado por su enfoque pragmático sobre las relaciones entre el Reino Unido y la UE.
Al respecto, elogió la decisión de Londres de posponer hasta principios de 2023 la convocatoria a nuevas elecciones en la volátil provincia británica, luego del bloqueo político a las instituciones de gobierno orquestado por los unionistas fieles a la corona británica.
Creo que ahora se abrió una ventana de oportunidades, un espacio para resolver el tema del protocolo mediante una negociación, apuntó Martin, quien aclaró, no obstante, que se necesita un alto grado de compromiso de ambas partes para hacerlo realidad.
Como parte del acuerdo del Brexit, no existe una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, pero las mercancías que se trasiegan entre Gran Bretaña y la provincia británica deben ser sometidas a controles para comprobar que cumplen con las regulaciones aduaneras y sanitarias de la Unión Europea.
Los unionistas norirlandeses, que en mayo pasado perdieron por primera vez las elecciones locales frente a los republicanos del Sinn Fein, alegan que esos chequeos, además de provocar retrasos en la llegada de los suministros, amenazan la unidad del reino.
Para presionar a Londres a que renegocie o revoque el protocolo, se niegan a formar parte del gobierno que deben compartir con los republicanos, como establecen los acuerdos del Viernes Santo que en 1998 pusieron fin al conflicto armado en Irlanda del Norte.
A diferencia de Boris Johnson y Liz Truss, quienes durante sus respectivos mandatos amenazaron a la UE con revocar el acuerdo de forma unilateral, Sunak dijo recientemente que prefería encontrar una solución negociada al diferendo.
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