Ante la llegada del invierno y dificultades energéticas que vive esta pequeña república exsoviética, el liberal y proeuropeo jefe de Gobierno, del partido Nueva Unidad (JV), busca componer una coalición con Lista Unida (AS) y la Alianza Nacional (NA), comentan medios de prensa locales.
Karins, cuya formación fue la más votada el pasado 1 de octubre, con 18,97 por ciento, contaba con un preacuerdo con la NA y el AS, pero esta última exige ahora cargos ministeriales específicos, lo cual dio lugar a un diferendo.
La centro-izquierda, con 10 de los 100 escaños en la Saeima (parlamento), podría ser una alternativa para crear un nuevo ejecutivo, aunque medios de difusión llegaron a especular aquí sobre un posible anuncio del primer ministro ante el presidente Egils Levits de su fracaso en esa gestión.
El nuevo gabinete deberá estar listo antes del 18 de este mes, día en que esta nación celebra su independencia, tras la salida de la Unión Soviética en 1991, pues de lo contrario será difícil aprobar el presupuesto de 2023, destacan analistas locales.
Tras los comicios parlamentarios, el JV controla 26 escaños, mientras el AS fue apoyado por el 11,01 de los electores y cuenta con 15 asientos.
La NA obtuvo un respaldo en las urnas de 9,26 puntos y ahora dispone de 13 bancas. Letonia registró una inflación de casi el 22 por ciento en octubre último, la mayor cifra dentro de la Unión Europea, en gran parte debido al alza galopante de los energéticos, luego de que ese bloque aplicó sanciones a Rusia que tuvieron un efecto bumerán en esta región.
Riga está entre las capitales más críticas de la operación bélica en Ucrania, cuyo inicio anunció el presidente Vladimir Putin el pasado 24 de febrero con el objetivo de proteger a la población de la región de Donbass, así como de desmilitarizar y desnazificar a ese vecino país.
oda/to