Bajo la etiqueta #CubaEsCultura, la institución rememoró en su cuenta de la red social Twitter que el 15 de noviembre de 1979 ese espacio de la Villa de San Cristóbal de La Habana recibió la distinción por sus valores artísticos y arquitectónicos.
Tres años después, el centro histórico habanero y su sistema de fortificaciones obtuvo el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, conferido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), para preservar la memoria auténtica del legado material e intangible que distingue a esta capital.
Su inclusión en la lista se aprobó en la Sexta Reunión del Comité Intergubernamental de la Convención del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, celebrada del 13 al 17 de diciembre de 1982, en la sede de la Unesco, en París, Francia.
En ese momento, las autoridades cubanas solicitaron a esa organización su contribución a la restauración y conservación de la ciudad, una de las primeras villas fundadas por la colonización española en 1515, reflejo de una mezcla de estilos arquitectónicos y testimonio de diferentes épocas.
En la actualidad, la Oficina del Historiador de la Ciudad, ha restaurado gran parte de esa área, dejando a su paso sitios urbanos totalmente reanimados. Las acciones ejecutadas mejoraron no solo la imagen arquitectónica de la capital como parte de su desarrollo cultural, sino también la de sus habitantes.
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