FotosPL Ileana Piñeiro
En un foro titulado «Dejen vivir a Cuba: Terminen el bloqueo», el cual convocó el grupo de La Izquierda en la Eurocámara, diversas voces se alzaron para rechazar el objetivo de Washington de aplicar su unilateral política a empresas, bancos y ciudadanos del viejo continente.
El evento contó con un panel moderado por la eurodiputada francesa Leila Chaibi para abordar desde diversas aristas el alcance extraterritorial del cerco, traducido en leyes como la Torricelli (1992) y la Helms-Burton (1996), que buscan asfixiar a la isla.
Chaibi repudió las afectaciones que causa una política que tildó de guerra económica diaria, porque ataca el acceso a medicamentos y productos de primera necesidad.
Por su parte, el secretario de la Coordinadora Belga por el Fin del Bloqueo a Cuba, Wim Leysens, explicó las actividades que impulsa la plataforma integrada por más de 40 organizaciones para combatir el cerco y su alcance extraterritorial.
En particular, se refirió a las acciones frente a la negativa de bancos en Bélgica a realizar transferencias hacia la isla, por temor a la presión y las sanciones estadounidenses.
La jurista Elizabeth Valdés-Miranda señaló en el encuentro, que atrajo a eurodiputados, asociaciones solidarias y cubanos residentes en nueve países, que Cuba no ha sido sancionada por la ONU y que Washington asume una prerrogativa que no tiene.
Estados Unidos ha cambiado en todos estos años de pretexto para bloquearnos, y miente, porque carece de autoridad legal para hacerlo, mostrando una postura contraria al Derecho Internacional, advirtió.
La embajadora de la nación antillana en Bélgica y ante la Unión Europea, Yaira Jiménez, también intervino en el panel, con ejemplos de la extraterritorialidad del cerco y su impacto en Europa.
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