El primer tren que cruzó esa instalación partió de la localidad de Nizhneléninskoye, en la región Autónoma Judía, hasta la ciudad china de Tongjiang, destacó este miércoles la agencia de noticias TASS.
La construcción de esta infraestructura de 2,2 kilómetros se llevó a cabo en virtud de un acuerdo ratificado en 2008, financiado en más del 70 por ciento por empresas rusas y su capacidad máxima de tráfico podría alcanzar los 20 millones de toneladas de mercancías al año.
El inicio del tránsito por el puente abre un nuevo corredor de transporte entre Rusia y China, que elimina una serie de limitaciones de infraestructura existentes.
Las distancias de transporte de mercancías a las provincias del norte de China se reducirán en más de 700 kilómetros en comparación con las rutas actuales, señaló el FRID. El potencial de cooperación entre Rusia y China estará relacionado con el desarrollo de sus infraestructuras de transporte y logística. China es el mayor socio comercial y económico de Rusia, su volumen de negocios crece constantemente y ya superó los 150 mil millones de dólares este año, señaló el director del FRID, Kiril Dmítriev.
El histórico primer puente ferroviario que cruza el río Amur es uno de los mayores proyectos transfronterizos de Rusia y China y un importante proyecto de infraestructura ejecutado por el Fondo.
Su apertura mejorará la competitividad de las empresas rusas y chinas, proporcionará un horario fiable y predecible para el movimiento de mercancías y carga, materias primas disponibles y recursos energéticos, así como aumentará la capacidad de las rutas ferroviarias en 1,5 veces.
Además, la apertura del tráfico en el puente estimulará el desarrollo de las infraestructuras relacionadas, la creación de nuevas cadenas logísticas y la atracción de inversiones adicionales en las industrias relacionadas.
La activación de los lazos económicos entre las zonas fronterizas de las dos naciones tendrá un impacto positivo en la vida de más de 40 millones de personas, explicó Dmítriev.
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