Algunas de sus obras estuvieron expuestas durante el pasado fin de semana en el pabellón que acogió las décima edición de los Encuentros Internacionalistas de Vénissieux, organizados por la sección del Partido Comunista Francés de esta localidad, situada en la periferia de Lyon.
En el marco del evento, Iglesias también participó junto al embajador de Cuba en Francia, Otto Vaillant, en una mesa redonda sobre el bloqueo económico, comercial y financiero estadounidense contra la isla y su impacto extraterritorial.
El viñetista y director del periódico humorístico Dedeté, suplemento dominical del diario Juventud Rebelde, agradeció las muestras de solidaridad con la Revolución, destacó la preparación de un envío de contenedores a la isla organizado por la CGT, y aseguró que “siempre es conmovedor ver una bandera cubana desplegada”.
Iglesias destacó que “el humor nos permite ver cómo vivimos” de manera desenfadada, mientras que “el dibujo es universal, suprime los problemas de traducción”, lo que permite abordar cuestiones como “la ecología que es un tema global, y cuando eres cubano, miras fuera de tu isla”, declaró.
Sobre los temas elegidos para sus dibujos se refirió a la burocracia “que es difícil de erradicar”, al teléfono móvil que se ha generalizado en la isla “pero es una alienación”, y a la guerra una cuestión que le preocupa, pero “no me refiero sólo a la paz mundial” sino también “la paz entre vecinos es un derecho”, dijo.
En ese sentido, consideró que la reciente aprobación del Código de Familia en Cuba, mediante referéndum avalado por la mayoría, “es una forma de mantener la paz: permitir que todos tengan derecho a hacer lo que quieran”.
También recordó el acercamiento entre Washington y La Habana, iniciado bajo el mandato de Barack Obama, pero que finalmente no llegó a nada, “fue interesante restablecer las relaciones diplomáticas, pero el bloqueo se mantuvo”, lamentó.
mem/acm
