Intervinieron como ponentes el profesor e historiador cubano Eduardo Torres-Cuevas, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de ese país, monseñor Emilio Aranguren, y el postulador de la causa de beatificación de Félix Varela, monseñor Vincenzo Paglia.
Se desarrolló en el aula Paulo VI de esa institución docente y de investigación, fundada en 1773, una de las más importantes de la Santa Sede, de la cual el papa Juan Pablo II dijo, en una visita efectuada en febrero de 1980, que constituye, a título especial, la Universidad del Papa.
El evento contó con la presencia de la embajadora de la nación antillana en Italia, Mirta Granda; del cardenal Beniamino Stella, exnuncio en Cuba, de otros representantes del Vaticano, así como de embajadores ante la Santa Sede e integrantes del cuerpo diplomático, entre otras personalidades, quienes colmaron el recinto.
La bienvenida, así como las conclusiones, estuvieron a cargo del rector de dicho plantel, profesor Vincenzo Buonomo, quien expresó su satisfacción por esta conferencia, la cual, auguró, de cierta manera podría ayudar al buen fin de la causa para la eventual canonización del Padre Varela.
El embajador cubano ante la Santa Sede, René Mujica, ofreció un cordial saludo de recibimiento al importante evento, “centrado en la excelsa y poliédrica figura del presbítero cubano”, y destacó su legado patriótico y humanista.
El profesor Torres-Cuevas abordó aspectos relevantes de la vida de Félix Varela y la trascendencia de su pensamiento, que marcó el inicio de la historia de las ideas en Cuba a principios del siglo XIX, con un concepto de patria como parte de la humanidad, fundado en la ruptura de viejas concepciones y en la racionalidad del sentimiento criollo.
Por su parte, el monseñor Aranguren recordó que el próximo año se cumplen cuatro décadas de la apertura del proceso para la beatificación del sacerdote cubano, que se abrió oficialmente en 1996.
Las actas llegaron a la Santa Sede al siguiente año y en 2012, tras ser reconocidas sus virtudes heroicas, el papa Benedicto XVI lo declaró venerable, añadió el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos cubanos.
El monseñor Paglia resaltó en su exposición que Varela, “manteniendo su santidad, fue un relevante reformista y patriota”, una figura que amerita un mayor conocimiento mundial, para lo cual sugirió una nueva biografía en varios idiomas. Se refirió además a avances en el proceso para su beatificación, y vaticinó un positivo resultado del mismo.
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