Para el director de la publicación, Santiago Jerez, en la actualidad el reto principal que enfrentan es no perder la frescura, la profundidad de sus análisis y la complejidad de sus abordajes.
Seguir contando con una voz propia que se alce siempre en defensa del estudiantado al que va dirigida aparece como la principal ruta a seguir, señaló.
La víspera, en su intervención en el programa televisivo Mesa Redonda, el joven director indicó que Alma Mater siempre ha sido una revista que invita a pensar la nación. Asimismo, lamentó que debido a la imposibilidad de contar con ejemplares en papel con una tirada estable fueron perdiendo espacios en las universidades del país durante los últimos años.
Para rendir homenaje a la revista de los universitarios cubanos, el pasado miércoles la Casa del Alba Cultural en La Habana abrió la exposición Alma mía, que abarca numerosas portadas de la publicación.
“Las páginas de esta revista han sido eso: hervidero de ideas jóvenes y fragua de una Revolución con amplios desafíos, los de ayer, los de hoy y también los del mañana. Las portadas que aquí exponemos solo constituyen un retazo de la noble historia de Alma Mater”, precisaron los miembros del equipo editorial.
Desde su fundación el 18 de noviembre de 1922, Alma Mater mantiene una estrecha relación con la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), aunque ello no ha implicado que su ejercicio periodístico se circunscriba a la vida interna de la organización.
El líder estudiantil y revolucionario cubano Julio Antonio Mella aparecía como administrador en sus primeros años y escribía sus editoriales.
Después del triunfo del Ejército Rebelde, liderado por Fidel Castro, la revista se mantuvo como una de las publicaciones de la Revolución cubana.
En 1971, cuando se constituye el Consejo Nacional de la FEU, se acuerda que sea su órgano oficial.
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