En realidad los riesgos de interrupciones puntuales existieron a partir de noviembre o diciembre, pero ya estamos más tranquilos y consideramos que esos meses no tendrán problemas, comentó el funcionario a la cadena Franceinfo.
De acuerdo con Wargon, la posibilidad es real en enero, en pleno invierno, en dependencia de si las temperaturas serán muy bajas o de si los consumidores no reducen el consumo a partir de las alertas.
La demora en la reincorporación al servicio de reactores nucleares, detenidos por problemas de corrosión a finales del año pasado, complica el escenario de principios del 2023.
Por eso enero será un mes de preocupación y vigilancia, señaló el responsable de la Comisión de Regulación de la Energía.
En un contexto de crisis, agravado por el conflicto en Ucrania y el efecto bumerán de las sanciones de occidente contra Rusia, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció un julio un plan de sobriedad energética, traducido en acciones a principios de octubre por la primera ministra Elisabeth Borne.
El gobierno instó entonces al ahorro de electricidad y gas y adoptó medidas para reducir el consumo, tanto en los sectores productivos como en el residencial.
Podremos pasar mejor los meses que vienen evadiendo los cortes, dijo en octubre la primera ministra, quien afirmó: “no es consumir menos, sino evitar los consumos inútiles y no hacerlo todos al mismo tiempo”.
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