Todos conocen que los cubanos jugaron un papel clave, incluidos sacrificios, para asegurar la soberanía e integridad territorial de Etiopía ante la invasión somalí que provocó la denominada Guerra del Ogaden (1977-1978), recordó el diplomático en conversación con Prensa Latina.
“Nunca olvidaremos esa ayuda. Cada vez que celebramos la victoria de Karamara, todos recordamos a Cuba”, recalcó Teshone quien se encuentra en La Habana en visita de trabajo pues desde que estalló el conflicto en Tigray, Etiopía se vio forzada a cerrar temporalmente muchas embajadas que atiende desde Addis Abeba.
Además, los cubanos han contribuido a nuestro desarrollo, al crecimiento de la agricultura al ayudar a crear el Instituto de Salud Animal, construir pequeñas represas, capacitar recursos humanos. “Más de cuatro mil jóvenes etíopes se graduaron en la isla de médicos, ingenieros, agrónomos, economistas, recordó.
“Nuestra cooperación es de larga data, y hemos necesitado del apoyo de Cuba en varios campos. Estuve hoy en el Ministerio de Agricultura, precisamente, para coordinar la colaboración agropecuaria”, manifestó.
Consideró que existe un gran potencial para colaborar. “Podemos hacerlo en agricultura, salud, biotecnología, deportes. Cuba es buena en turismo y podemos aprender también de su experiencia para fomentar esta industria en Etiopía”, señaló el embajador.
“Como naciones hermanadas y en la cooperación Sur-Sur, podemos trabajar juntos”, aseveró.
Sobre la reapertura de la embajada en La Habana, el jefe de Misión aseguró que cuando se vaya avanzando en el proceso de paz lo cual se irá reflejando en un mejoramiento de la economía, la sede en Cuba será la primera en ser reabierta.
mh