Esas palabras de Abebe Ayalew, etíope especialista en Economía del Transporte graduado en la nación antillana, marcaron un breve homenaje en esta capital a Fidel Castro Ruz (1926-2016), a propósito de conmemorarse el sexto aniversario de su desaparición física.
Ayalew, presidente de la Asociación de Amistad Etiopía-Cuba declaró asimismo que “Fidel sembró ideales de justicia y trabajó para cambiar el destino de los desposeídos en el planeta, de lo cual somos un ejemplo los etiocubanos (etíopes formados en Cuba)”.
Previo a su alocución, con Yibrah Mehari, arquitecto también titulado en la isla, colocó una ofrenda floral junto al árbol sembrado el 11 de agosto de 2019 en el parque de la amistad Cuba-Etiopía, para enaltecer el legado del líder.
A la par, ese día fueron plantados 163 árboles en honor a los combatientes cubanos fallecidos en la Guerra de Ogadén, enfrentamiento etíope a la invasión de Somalia que comenzó a mediados de 1977 y concluyó en marzo de 1978.
Precisamente, integrantes de la embajada cubana depositaron ofrendas florales en los murales con retratos impresos en bronce de los internacionalistas caídos en la conflagración, determinante para restablecer la frontera y salvaguardar la soberanía del país.
Durante la ocasión, el embajador cubano aquí, Jorge Lefebre, reseñó las gestiones del entonces presidente de Cuba para evitar un enfrentamiento armado entre dos naciones africanas, antes de enviar tropas a Etiopía, en respuesta a una solicitud de su gobierno.
En una recordación como a la que nos convoca la efemérides, rendir homenaje a 163 exponentes de los mejores valores de nuestra patria, es también evocar la impronta de Fidel, que esparció solidaridad y esperanza en el mundo, declaró Lefebre.
Además, en el denominado Monumento Tiglachin (Nuestra Lucha, en amárico) el diplomático explicó que, como Fidel rechazó siempre el culto a la personalidad, ningún inmueble o institución pública tomó su nombre en Cuba, después del 25 de noviembre de 2016.
Sin embargo, allanó, entendemos que, en este monumento, corazón de nuestra nación en Addis Abeba, los etiocubanos y Etiopía toda tributen sus respetos a un hombre de una estatura revolucionaria tan grande, que es universal.
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