Parte de la reunión fue dedicada a rechazar esa actividad propagandística a la cual, afirmo, Washington dedica cuantiosos fondos para difamar, tergiversar y difamar sobre la realidad cubana, así como ocultar los logros de la revolución.
En ese contexto, el documento repudió una campaña de difamación e incitación al odio, que desarrollan algunos medios de prensa y operadores políticos contra la embajada de Cuba en Perú y, especialmente, contra el embajador, Carlos Rafael Zamora, su esposa y otros integrantes de la misión diplomática.
La declaración ratificó el apoyo resuelto y consistente a la Revolución cubana y su respaldo al presidente, Miguel Díaz-Canel, quien representa de “la continuidad del Socialismo y del legado de Fidel (Castro), de Raúl (Castro) y de la generación histórica de la Revolución”.
Exigió el fin del “inhumano y genocida bloqueo económico, comercial y financiero” que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde hace más de seis décadas.
El encuentro, dedicado al líder histórico cubano, Fidel Castro, condenó además “la calumniosa inclusión de Cuba en la ilegítima lista de países patrocinadores del terrorismo, elaborada por el Departamento de Estado”.
Advirtió el texto que esa medida pretende aumentar las limitaciones económicas, comerciales y financieras del bloqueo” y recordó que Cuba ha sido víctima del terrorismo y es garante reconocido mundialmente en el proceso de paz de Colombia.
Exigió igualmente la devolución del territorio cubano ilegalmente ocupado por la estadounidense base naval en Guantánamo en contra de la voluntad del pueblo y del gobierno cubanos, en franca violación de su soberanía nacional.
También rechazó los programas norteamericanos de subversión y desestabilización contra Cuba, que intentan en vano fabricar una “oposición interna” de carácter mercenario.
La declaración propuso difundir la verdad sobre la isla, frente a las costosas campañas mediáticas que buscan distorsionar la realidad cubana, ante lo cual planteó usar en forma eficaz los medios de comunicación, las nuevas tecnologías y las redes sociales.
La cita también decidió intensificar acciones de condena al bloqueo y a la política agresiva de Estados Unidos contra el pueblo cubano y articular la actividad del movimiento peruano con la Red Latinoamericana y Caribeña de Solidaridad con Cuba.
También acordó promover la participación en los eventos del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), como las brigadas de solidaridad y trabajo voluntario.
La reunión analizó la coyuntura internacional caracterizada por crecientes amenazas a la paz por la ofensiva estadounidense dirigida a subyugar estados usando la amenaza y la coerción económica, militar y político-diplomática, sumada a la expansión de la OTAN, que generan una tensión de consecuencias impredecibles.
La declaración final propugna enfrentar la ofensiva norteamericana y los grandes retos actuales, con la integración de la patria grande, la defensa de los procesos y gobiernos progresistas y revolucionarios de América Latina, la creación de un frente antimperialista continental y la unidad de todas las fuerzas políticas, sociales, populares y de solidaridad.
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