Por Marta Denis Valle
Historiadora, periodista y colaboradora de Prensa Latina
El comandante Ernesto Che Guevara apreció mucho el valor y las virtudes del joven que tuvo a su mando; propuso el ascenso y lo honró en la columna invasora que protagonizó numerosos combates desde las montañas hasta la liberación de la ciudad de Santa Clara.
Nacido el 9 de diciembre de 1931, en Artemisa, entonces municipio de la provincia de Pinar del Río, Ciro Redondo murió el 29 de noviembre de 1957 en el combate de Mar Verde, Sierra Maestra, frente a las fuerzas de la tiranía batistiana.
EL COMBATIENTE
Desde muy joven trabajó en el sector del comercio mientras estudiaba por las noches mecanografía y teneduría de libros; conspiró junto a otros integrantes del movimiento revolucionario encabezado por Fidel Castro y sobrevivió al asalto al cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953.
Oculto en una cueva, al ser detenido días después presenció el asesinado de su compañero Marcos Martí, el 30 de julio, lo cual denunció en el juicio por los sucesos del Moncada.
Fue condenado a 10 años de prisión, cumplió 22 meses y salió del Presidio Modelo de Isla de Pinos el 16 de mayo de 1955, al dictarse una amnistía por presión popular. Permaneció en el país por decisión del movimiento revolucionario.
A principios de 1956 fue recluido 32 días en la prisión del Castillo del Príncipe y puesto en libertad provisional el 23 de febrero, nuevamente lo detuvieron e interrogaron en el Servicio de Inteligencia Militar (SIM). El 20 de marzo de ese año viajó a México donde se unió al resto de los futuros expedicionarios.
Luego del desembarco del Granma el 2 de diciembre de 1956, integró el grupo de Raúl Castro y todos partieron con Fidel Castro hacia las montañas.
Entre otros participó en los combates de la Plata (17 de enero de 1957), Arroyo del Infierno (22 de enero), Altos de Espinosa (9 de febrero), El Hombrito (30 de agosto) y el último, Mar Verde.
El día posterior a su caída, la Comandancia General de las Fuerzas Revolucionarias en la Sierra Maestra decretó su ascenso póstumo al grado de «comandante del Ejército Revolucionario».
Narró la periodista Marta Rojas que Clara García, la madre de Ciro, pensaba que su hijo estaba vivo al conocer las acciones de la Columna Ocho, aunque le dijeran que la comandaba el Che Guevara.
Un municipio de la provincia de Ciego de Ávila y un central azucarero fueron nombrados Ciro Redondo. Cuba le rinde homenaje igualmente en el Mausoleo a los mártires de Artemisa.
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