Embajadores, agregados militares y otros diplomáticos extranjeros, así como altos oficiales de las Fuerzas Armadas Angolanas (FAA) participaron en la ceremonia, celebrada en el Memorial Dr. António Agostinho Neto, que rinde tributo al primer presidente y padre fundador de esta nación africana.
Representantes de las organizaciones de solidaridad con la isla, funcionarios del Gobierno anfitrión e integrantes de la misión estatal caribeña también asistieron al evento político-cultural, con manifestaciones artísticas en el campo de la música, la declamación, el teatro y la danza.
Al decir del teniente general Rafael Daniel Catumbila, muchos de los presentes son testigos vivos de los momentos difíciles en los que «nuestros hermanos y compañeros cubanos hombrearon juntos a nosotros en las trincheras» para defender el territorio angolano de la ocupación por el régimen sudafricano del apartheid.
El jefe adjunto de la Dirección Principal de Planeamiento y Organización de las FFA rememoró la visión política de Fidel Castro sobre la ayuda internacionalista, al hablar en nombre del jefe del Estado Mayor General de la institución castrense, el general de ejército António Egídio de Sousa Santos.
En los tiempos de la guerra, opinó, “tuvimos la indeleble ayuda internacionalista de Cuba”, cuya presencia continúa por los caminos del desenvolvimiento socioeconómico. A nivel de las Fuerzas Armadas, acotó, la colaboración está centrada actualmente en la enseñanza y la salud militar.
Por parte de Cuba, el agregado militar, naval y aéreo Enrique Kindelán distinguió el propósito de rendir homenaje en esta hecha a uno de los mayores símbolos de la lucha del pueblo angoleño por su emancipación: Agostinho Neto, a quien Fidel describió como un hombre de extraordinario mérito, claridad política y firmeza revolucionaria.
El próximo 7 de diciembre, refirió, se cumplirán 33 años de la denominada Operación Tributo, que consistió en el traslado hacia suelo patrio de los cuerpos sin vida de más de dos mil cubanos caídos en misiones militares y civiles en África.
Los hechos hacían realidad las palabras del General de Ejército Raúl Castro, cuando el 12 de diciembre de 1976 expresó que de Angola solo nos llevaríamos “la entrañable amistad que nos une a esa heroica nación, el agradecimiento de su pueblo y los restos mortales de nuestros queridos hermanos caídos en el cumplimiento del deber”, resumió el coronel Kindelán.
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