El directivo informó en conferencia de prensa que se comprobó que el daño a las practicantes es mínimo, basado en datos de torneos internacionales desde hace más de una década, y por eso se decidió respaldar este reclamo popular.
Según el presidente de la Federación cubana de boxeo, Alberto Puig, la idea es realizar antes que finalice este año (16 y 17 de diciembre) un evento nacional con las boxeadoras que actualmente se entrenaban por su cuenta sin fines competitivos.
De ahí sacaríamos una preselección de 12 para concentrar los esfuerzos en ellas y escoger las seis que intervendrían en los Juegos Centroamericanos de San Salvador 2023 (del 23 de junio y al 8 de julio), comentó.
Previamente, agregó Puig, es posible que algunas de ellas intervengan en el Campeonato Mundial femenino, previsto del 1 al 14 de mayo en Uzbekistán, y de momento el colectivo técnico será el del conjunto juvenil masculino.
No queremos apresurarnos en cuanto al entrenador, dijo al respecto, y explicó que están analizando a varios preparadores con experiencia como colaboradores en el exterior.
El boxeo femenino es olímpico desde la edición de Londres 2012, cuando se repartieron tres juegos de medallas, y actualmente son seis las categorías estivales, que aparecen también en Juegos Centroamericanos y Panamericanos.
De acuerdo con el plan, una primera etapa del boxeo femenino en Cuba concluirá tras los Panamericanos de Chile 2023 (20 de octubre al 5 de noviembre), y luego se trazará otra estrategia hasta la cita bajo los cinco aros de París 2024.
Como parte de todo este proceso, para el curso 2023-2024 ya el boxeo tendrá matricula en todas las escuelas deportivas del país para niñas de 15-16 años, y desde el venidero enero cualquier interesada puede incorporarse oficialmente a los combinados deportivos.
Se espera que este mes, en el venidero congreso de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), se oficialice a Cuba como la nación 187 de las 202 pertenecientes al organismo con práctica femenina.
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