La decisión ha sido cuestionada con fuerza por la parte civil, que representa a familiares de las víctimas del trágico accidente acontecido el 1 de junio de 2009 en aguas del océano Atlántico, cuando una aeronave A330-200 de Air France cubría la ruta entre la ciudad brasileña de Río de Janeiro y el aeropuerto Charles de Gaulle.
En la justificación de su postura, la Fiscalía admitió que la decisión será mal acogida por familiares de las víctimas, algunos de ellos ya con reacciones en el tribunal parisino, donde utilizaron calificativos como vergüenza y mentiras.
La autoridad señaló en sus alegatos que la pérdida del vuelo AF447 con 228 seres humanos a bordo fue un drama incomparable, y lamentó las consecuencias permanentes para los seres queridos de quienes fallecieron ese día.
Para el abogado de las partes civiles en el juicio Alain Jakubowicz, la Fiscalía actuó en la audiencia como “vocera de Airbus y Air France” y de manera “deshonrosa”.
En el accidente murieron personas de 32 nacionalidades diferentes, incluyendo a 73 franceses.
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