Las melodías de ritmos tradicionales cubanos marcaron el resurgir del evento tras dos años de pandemia, mientras creadores de diversas naciones desplegaron sus catálogos de artículos textiles, calzado, bisutería, cosmética natural, muebles, juguetes y objetos decorativos.
Las sonoridades del Premio Nacional de Música 2010 y su agrupación devinieron agasajo para los creadores galardonados con el Reconocimiento por la Obra de la vida, Nazario Antonio Salazar, José Ernesto Aguilera, Mercy Correa Piñeiro, Daysi Fernández Alonso y Surnai Benítez Aranda.
Durante la gala, el director del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), Arturo Valdés, se refirió a la amplia agenda de encuentro que «contará con pasarelas de moda donde los diseñadores presentarán sus originales y novedosas colecciones en una peculiar fusión de tradición y modernidad».
Asimismo, destacó la importancia de esta plataforma de exhibición y comercio, que en su XXIV edición tomará por sedes Pabexpo y la estación Cultural de Línea, en la capital cubana, al tiempo que vindicará el lema Arte, Utilidad y Oficio, con acciones dedicadas al reciclaje en las diferentes actividades artesanales y a la cultura italiana.
Valdés resaltó el valor de la reutilización en el contexto contemporáneo, pues se asocia a «la economía circular, las buenas prácticas en el aprovechamiento de los recursos materiales y a la protección del medio ambiente».
Igualmente, detalló la presencia de propuestas de Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, India, México, Panamá, Rusia, Perú y la isla caribeña, en cerca de 300 stands, mientras la cita servirá de oportunidad para reflexionar en torno al rol de la cultura en la transformación social, económica y medioambiental.
Con el propósito de intercambio de saberes y experiencias, tendrá lugar un programa académico, que bajo el título Cultura, creatividad e innovación, agentes para el desarrollo sostenible, se desarrollará entre los días 14 y 16 de diciembre.
En ese sentido, la directora adjunta del FCBC, Marta Ivis Sánchez, señaló que su elección como tema central de la feria está en coherencia con la intención de estandarizar -de algún modo- las mejores experiencias como muestra de resiliencia y conectar la teoría con el ejercicio práctico, a partir de las propias obras en exhibición.
En aras de promover las iniciativas y artículos más sobresalientes del catálogo, la feria incluye en su agenda una variada programación cultural, en la cual destacan pasarelas de modas, expoventas, subastas, exposiciones, rondas de negocios, conciertos, entre otras acciones artísticas, comerciales y docentes.
Sobresale también la inclusión inédita de la promoción y comercialización de los productos alimentarios que poseen una base de elaboración artesanal, con la participación de actores principalmente del sector no estatal.
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