En un comunicado del Ministerio de Información publicado por medios locales, se explica que luego de tener el control de esa zona durante seis años, los extremistas lo perdieron y antes de salir mataron a todos los que resultaron heridos en los combates.
El texto califica esa acción de grave violación de los derechos humanos ajena al islam, la humanidad y la cultura somalí.
El Gobierno federal de Somalia cree que esos jóvenes podrían haber sido preparados para reintegrarse a la sociedad una vez que completaran los programas de rehabilitación, resalta el documento.
Los militares, refiere el comunicado, se alarmaron al encontrar fosas comunes llenas de cadáveres y el hedor de la carne en destrucción.
Tras ser liberada la ciudad, el vicepresidente de Somalia, Yusuf Ahmed Hagar; el presidente del estado de Hirshabelle, Ali Gudlawe Hussein; y el gobernador de la región administrativa de Hiiraan, Ali Jeyte Osman, visitaron la misma y lamentaron la destrucción que dejó Al Shabab.
Adan Yabal pertenece al estado de Hirshabelle y hasta este martes, era una de las principales bases del grupo terrorista para administrar las regiones que dominan en el centro del país.
Al Shabab está afiliado a la red de Al Qaeda desde 2012 y opera en la capital somalí, Mogadiscio, y otros puntos de Somalia para derrocar al Gobierno central e instaurar por la fuerza un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Actualmente controla zonas rurales del centro y sur de esta nación africana y ataca también a países vecinos como Kenya y Etiopía, desde el pasado mes de agosto, el presidente Hassan Sheikh Mohamud, anunció una guerra total contra los terroristas.
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